martes, 15 de diciembre de 2009

Moon

Moon es la primera película del hijo de David Bowie. Se trata de un film de un género indefinido, con fuerte influencia de la ciencia ficción y una mezcla de existencialismo, al mejor estilo Kubric, pero con una tesis de fondo muy diferente.
En Kubric hay una pregunta que no cesa de formularse ¿Cuál es la relación entre el hombre y la violencia? A veces ensaya acerca de una violencia animal de la que procedemos que subyace a la cultura. Su sofisticación adquiere la forma de la violencia de la razón y la ciencia, que tiene a la tecnología como instrumento. Por momentos, la violencia-instinto muta o desaparece por la acción represiva de la sociedad.
En el caso de Moon los delirios de la ciencia, sus pretensiones planetarias y el modo de vida que en efecto podría desarrollarse como efecto de la búsqueda de la supervivencia de nuestro estado de cosas, se enfrenta con los azares, las fisuras y la acción del cuerpo y los afectos de vidas idénticas pero distintas transitando por experiencias de humanidad. Se trata de una historia en que la memoria, la singularidad y la intensidad de los afectos, que se recrean aún en unas condiciones particulares de vida en la luna, cambian los planes de una megacorporación que negocia con hombres, energías y el temor al fin de la especie humana, con el costo de que se vea comprometida ella misma por los efectos de este proyecto. Todo un revés a las películas catástrofes.