viernes, 10 de abril de 2009

Ma Jian-Saca la lengua

Salí a caminar por el centro de la ciudad, mi ruta estaba pautada, por la rutina y un aparente propósito, ir a buscar a una conocida librería de la ciudad “Poder y familia” de Pilar Calveiro, el único libro que me faltaba de esta madre intelectual a la que aprecio y que reseñaré en otro momento. Pero el capricho del cuerpo me impulsó a seguir, más atenta, quizá, a detenerme en un lugar cualquiera, en los rostros de los trasuntes envainados en camisas florales propias de un clima tropical, en los amores alejados por la muchedumbre, en los cuerpos desterrados en los bancos de las plazas y por aquellos detalles menos atendidos, caminando por la larga Rivadavia hacia la costa, esquivando monumentos, me topé con una pintoresca y pequeña librería a la altura de Entre Ríos. El tiempo se detuvo, dejó de existir, en aquél negocito que llevaba por nombre el titulo de un libro que tuvo un gran impacto en mi adolescencia, pues por él estimulé mi gusto la lectura literaria, “El túnel”. Se trataba de una sede de una liberaría de Buenos Aires, con imperdibles cuadernos de bolsillo de los clásicos del marxismo, todas las colecciones conocidas y algunas joyitas perdidas en el caos de los saldos. Entre todo ese amontonamiento de encuadernaciones, que con su olorcillo rancio incitaba mi fetichismo, encontré un libro que, por entonces, se me antojó como una curiosidad. En mi desconocimiento creí estar ante un verdadero hallazgo, aunque más tarde supe que se trataba de un autor medianamente reconocido, pero en ese momento, me estimuló a comprarlo el deseo acumulado y nunca satisfecho de leer literatura oriental. Soy una gran consumidora del cine japonés, chino y especialmente coreano, primordialmente del género del terror y otro tipo de arte que no admite el etiquetamiento. Esta era una oportunidad diferente de acercamiento a esa cultura. El libro se llama Saca la lengua. En la contratapa se anunciaba que el gesto de sacar la lengua, tan popularizado por la foto de Einstein, mientras para nosotros es un símbolo de burla o cierta irreverencia, para los tibetanos constituye todo lo contrario, demuestra respeto y cortesía. Su autor es Ma Jain, oriundo de China, con una tradición familiar de resistencia al régimen chino, siendo él mismo participe de la manifestación de jóvenes estudiantes en Tiananmen. Hoy disidente y radicado en Londres, relata esa historia en su última novela, Pekín en coma (Mondadori), en la que un estudiante atrapado en una cama tras recibir un disparo en la plaza de Pekín, rememora confusamente los hechos que le han llevado hasta allí, mientras pasa revista a la historia reciente del gigantesco país asiático. Su obra impacta por la lejanía de lo que denuncia y de lo que nada se sabe en el mundo occidental, en medio de paisajes extraños, plagados de aromas exóticos, montañas y lagos interminables, sus viajes al Tibet, presentados en formato de breves historias, describen con brutalidad una sociedad tradicional en la que tienen vigencia maltratos a la mujer, prácticas de violación ritual y abuso sexual en el seno de las familias, a través de una narración que conserva algunos parecidos, por los recurso visuales que utiliza y su estructura, con el cine de terror. Lo interesante de este autor oriental es la combinación de elementos de su cultura, desprovistos de clichés, con el terror y la política. Realiza descripciones maravillosas, la prosa es limpia y firme, relata fotografías, otra de sus pasiones además de la escritura. Se escabullen entre episodios los conflictos entre el campo y la ciudad, que adquieren dramatismo en personajes tensionados por la tradición y la modernidad, el horror que despierta los deseos incestuosos experimentados, vinculados a un cuerpo agitado por el deber y la necesidad de controlar a la mujer, deseos representados en rituales morbosos y la venganza de espíritus atormentados. Saca la lengua es un libro para acercarse a un mundo silenciado ante nuestros uniformados ojos culturales, que intenta darle visibilidad a la gravedad de la situación de pueblos sometidos al régimen de Hu Jintao.

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